Bajo el perfume de un árbol florido,
en silencio un canto de mirlo.
Se escucha el viento que del norte
resquebraja en la trastienda del
tupido y viejo olmo.
Una golondrina vuela bajo,
con su conocedor vuelo entre nenúfares,
con su vuelo rasante,
enmudece y salpica ese rincón inédito,
digno de un poema verdadero.
Y callado escribo y escribo.
El sabio ratón recorre su parcela
buscando con inteligencia.
Brota la vida, brota la luz,
rayos de vida, rayos eres tú.
Luz de silencio entre montañas y valles,
cantos de mirlo para que calles,
prado verdoso con su color,
escribe lo que ves
con su propia voz.
Agua clara sonriente
entre piedra y luna,
musgo gratificante que yo diría una a una.
Calla cigarra y grillo roquero,
calla o sigue cantando
que a ti no te pago dinero.
El almendro ya ha pagado,
el cerezo ahí está,
es el último en florecer
y el primero en pagar.
Prado verdoso y tupido,
donde a la sombra me pongo a pensar,
descansando y reposando
y a la vez, contemplar
estos sublimes rincones
de tan preciado lugar.
E intento plasmar en mi poema
la vida que después de invernar
vuelve a la vida poco a poco
con majestuoso saber estar.Higinio San Millán 21-3-09
Higinio bonita poesia te felicito me a gustado mucho tiene sentimiento y muy bien expresado Agustín
ResponderEliminarFelicidades, hermoso poema
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