miércoles, 20 de enero de 2010
La palabra
No podría escribirse nunca
en los cuadros de esta humilde libreta
la inmensidad de la palabra.
La palabra escrita, la robada, la palabra soñada.
Toda ella, única, hermosa,
toda ella, música que viaja
y cuando nos llega al corazón
todo brota sutil, diáfano
y las almas se agitan
y las gotas de agua corren calle abajo
para explicar la lluvia serena
de un ser en calma.
Pero tú, que también provocas, exaltas y liberas
instintos, no siempre llegas
y amb aquesta mancança de tus
árboles vacíos y de las bocas que no alimentas
¿quieres ya de una vez ayudarnos con la esperanza?
No quiero hacerte un vestido feo
para una fiesta a la que al final no serás invitada,
pero dime: ¿Qué hay aquí, dentro del corazón de todos los humanos,
que contra más penas late, menos puede expresarse?
La palabra callada.
Cierro los ojos y te busco.
porque eres sueño y a veces, alegría.
Te busco, amiga, para reconciliarnos algún día.
Teresa Riera
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