Yo estaba tranquilamente comiendo una fruta cuando un joven cayó a la piscina.
En el primer segundo pensé … “Parece un yuppie, traje de Armani, zapatos italianos, en el bolsillo de la americana: cartera de piel, tarjetas Express, MasterCard, Visa oro, Visa plata”.
En el siguiente segundo seguí pensando… “Puede que sea administrador de una importante empresa y estaba haciendo equilibrios imitando el gráfico empresarial, y en la cartera llevará la foto de su mujer e hijos, un preservativo y un carné del Athletic”.
En el tercer segundo empiezo a pensar que se ha tirado vestido para molestar a su padre que le acaba de dar 1.000€, y él quería más.
En el cuarto segundo pensé… “Ha discutido con la novia, una morenaza con espíritu de contradicción que lo tiene loco y para liberar tensión, saltó a la piscina”.
En el quinto segundo pienso que seguro que tiene pluma, se ha tomado unas copillas de más y en su inconsciencia creyó que salía del armario y acabó en la piscina”.
En el sexto segundo empiezo a dudar de si me he fijado bien, puede que el traje no sea de Armani porque me resulta algo familiar, como si lo hubiese visto antes por allí y seguro que en los bolsillos llevaba otras cosas, porque están flotando bolsas de basura en la piscina.
En el séptimo segundo me marcho corriendo porque es el señor de mantenimiento que ha resbalado con la piel de la fruta que me estoy comiendo y hay un letrero que dice PROHIBIDO COMER EN EL RECINTO.
Lara Pi
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