viernes, 4 de septiembre de 2009

ORAR PARA NO DESFALLECER

Agradecida estoy con la oración del Padre Nuestro. Desde hace algún tiempo siento escalofrío meditando el contenido. Pienso más en lo que se pide en esta oración tan sencilla. Hoy la quiero desgranar poco a poco y descubro todo lo que se encierra. Creo que me hace estremecer. Quizás no puse mucha atención, pero sí tengo claro que, con humildad y confianza, Dios quiere y puede concedernos lo que pedimos.
1. PADRE NUESTRO
¡Padre! Palabra consoladora que connota intimidad y confianza. No decimos Padre mío, porque todos somos hijos, por lo cual tenemos que mirarnos y amarnos como hermanos.
2. QUE ESTÁ EN EL CIELO
¡Sí! Para alzar nuestra mente y nuestro corazón hacia un lugar, donde encontremos vida plena. Su Gloria será nuestra paz y felicidad.
3. SANTIFICADO SEA TU NOMBRE
Glorificarlo siempre dentro y fuera de la Iglesia, en cualquier lugar del mundo, para que lo conozcan y todos sepan la grandeza de su misericordia.
4. VENGA A NOSOTROS SU REINO
¡Claro! Cuando no hagamos uso de la violencia y sepamos compartir todo, entonces gozaremos de su Gracia en esta vida y de su Gloria en la otra.
5. HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO
¡Sí! Que la voluntad del hombre no contradiga a Dios. No hagamos las cosas como nos guste, sino como Dios quiere, dando la mano al otro y no queriendo estar por encima.
6. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA
La palabra “pan” significa todo lo necesario para el alma y el cuerpo. En la vida necesitamos trabajo, agua, un techo, una mano amiga, todo esto nos dará “pan”.
7. PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.
Todos cometemos ofensas, por esto pedimos perdón. Ofendemos a Dios si no atendemos su palabra, no indagamos cuál es su voluntad, ofendemos a nuestro prójimo y cuando no compartimos ni convivimos unos con otros.
8. NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN
El pecado está. No debemos consentirlo, sepamos aprovechar las fuerzas que Dios nos proporciona para superar la tentación y permanecer firmes y unidos. Con fe venceremos al mal.
9. LIBRANOS DEL MAL
Cuando suplicamos “líbranos del mal”, estamos presentando todas las desgracias del mundo, en las que sin implicarnos, nos vemos afectados. Como cristianos creemos en el maligno, enemigo que quiere apartarnos del camino que conduce a la vida.
10. AMÉN
Si decimos “amén” es como decir “estamos de acuerdo”.
Después de esta meditación quiero tener presente que sufrir injusticias tiene mayor premio que cometerlas.
Salomé Díaz

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