viernes, 4 de septiembre de 2009

UN CUENTO PARA UNA ARAÑA HEMBRA

Érase una vez una araña macho

que quedando atrapada
en su misma tela no podía salir
para poder abrazar a su araña hembra.

En su misma tela estaba cautiva
siempre pensaba en aquel cariño
y a la araña hembra la veía todos los días
con sus grandes ojos siempre tan lindos.

Y pensaba en ella sin poder tenerla,
siempre enredado en la tela de araña
y de aquella tela ya no escapaba.

¡Cómo la quería y como la adoraba!,
pidiendo a la araña hembra que la soltara.
Con esos ojazos que atraviesan la tela
queriendo cortarla y sentirse más bella.

La tela no se rompe, no puede con ella
y la araña macho cómo la contempla,
siguiendo atrapada en su misma tela.

Araña, tú que te puedes mover, quiero
que me traigas el aire para poder
respirar tu aroma y tu mismo aire
y si me sueltas yo seré más grande.

Rompe esta tela que cubre mi sueño
que vivo enredado sin poder romperlo.
También en la tela se enredan mis sueños
no puedo olvidarlos, tampoco tenerlos
por eso en la tela se mecen mis sueños.

Enredado de olvidos termina mi cuento.

Manolo Morales. Pallejà, 6 /02/2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario