viernes, 4 de septiembre de 2009

SE ACERCA LA VEJEZ

Ahora estoy en la segunda parte de mi vida. Antes no lo pensaba demasiado, pero los achaques empiezan a quitarme el sueño, y me he planteado poner en orden como recibir la vejez.
A mi edad, estoy tranquila y agradecida a Dios por dejarme encontrar con ilusión mi vejez. !Eso sí!, me gustaría, cuando llegue, no creer que soy joven, ni sentirme muerta. Quiero asumir que siendo mayor hay que sacar coraje e ilusión como en la primera parte de mi vida. Aunque me quiten responsabilidades, o no me pidan opinión, da igual. Con mi alegría quiero ayudar a los que ocupen mi puesto.
Quiero mirar con gratitud hacia el destino que tengo preparado. Ojalá Dios me ayude a envejecer así. Deseo entiendan todos los ancianos que su débil sonrisa es tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol que entra por la ventana antes de ponerse. El Sol es hermoso y no se avergüenza cuando se pone, ni siente nostalgia de su brillo matutino, ni piensa que los días nublados le están echando del cielo. Orgulloso esta el Sol, nunca se amarga aunque su brillo sea mas débil. Seamos todos un poco como el Sol, estemos orgullosos de ser mayores.
Señor, no nos dejes marchar hasta haber repartido el último rayo de nuestra pobre y querida luz.
Salomé Díaz

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